Si la verdad nos hace daño, ¿es mejor vivir en la mentira? ¿Qué es la verdad? ¿Qué es la mentira? ¿Qué es la vida?
No hay respuestas certeras ni definitivas ni universales a ninguna de esas tres preguntas. Porque la verdad es para unos la mentira de los otros, y la mentira es para unos la verdad de los demás.
¿Y qué pasa con la vida? Si supiéramos qué es la vida, ya la tendríamos resuelta. Pero no. Un día amanecemos y la vida es solo amor, solo cariño, solo alegría. Pero llega la noche y la vida de repente ya no es luz, se convierte en oscuridad, en dudas, en temores y recuerdos que arremeten sin piedad como olas tormentosas contra la frágil costa de paz y tranquilidad que quisiéramos que delimitara nuestra existencia en un mundo al que llegamos sin invitación y del que no sabemos cómo ni cuándo nos iremos.
¿Por qué nos hace daño la verdad? ¿Por qué nos refugiamos en la mentira?
¡Vaya uno a saber! ¡Si la verdad y la mentira son la misma cosa vista desde diferentes perspectivas!
Entonces, lo que sí podemos entender es lo siguiente: nadie se refugia en la mentira, porque quien lo hace lo está haciendo en su verdad, donde encuentra abrigo, contención y entendimiento, donde ve la luz, la claridad y la armonía.
Vivir no es refugiarse, es lo que más parece cierto en esta disquisición. vivir es avanzar como corren los minutos, como avanza el sol todos los días sin detenerse un rato a recapacitar si va por buen o mal camino.
Así que, si la verdad nos hace daño, en lugar de refugiarnos, procuremos entender que la mentira es la misma claridad del día si la vemos desde la otra orilla.
No nos hemos preguntado, ¿qué es el daño?
El daño, en estas circunstancias, es querer que el otro esté en la orilla desde la que estás viendo cómo cae el sol, cuando el otro está en su orilla esperando a que amanezca.
Por eso lo ideal sería que pudiéramos ver el atardecer y el amanecer al mismo tiempo, Y, para eso, deberíamos estar en la misma orilla, mirando al mismo horizonte, sin mirar atrás el día que se fue o con ansiedad de ver qué nos va a traer un nuevo día.

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